Este proyecto, surge de un interés o conexión personal con el mundo de Japón y lo que lo rodea. Japón, es uno de los países más influyentes a nivel mundial, tanto por su arte, su moda, su arquitectura o por su gastronomía, sin olvidar una de las potencias más importantes que permanece del pasado de la cultura japonesa, las geishas, figuras que hoy en día siguen causando gran fascinación y originando preguntas constantes sobre su pequeño mundo.
La palabra geisha, era utilizada para referirse a cualquier persona que perteneciera a cualquier arte, como la poesía, la pintura o el teatro, pero también se extendía a otros sectores como la religión, la educación o la medicina, también se designaba con ese nombre a las personas que actuaban en locales cerrados o privados, y posiblemente es lo que más se acerca a la denominación que conocemos en la actualidad. Siempre que escuchamos esa palabra, nos viene a la mente una mujer vestida con hermosos kimonos de colores, andando sobre altos zapatos de madera, con gran elegancia, y con la cara pintada de blanco, labios rojos y el pelo negro recogido en ese moño tan característico, adornado con horquillas y diversos accesorios. De este punto, nace MINEKO, una colección cuya referencia principal ha sido una de las mejores geishas de todos los tiempos, Mineko Iwasaki. Envuelta en recursos de diseño extraídos de las anécdotas contadas por la propia Mineko en su autobiografía, Vida de una Geisha, y de los recursos propios de la vestimenta tradicional japonesa. Siluetas simples, austeras y líneas rectas, envueltas en colores planos, pero con una gama cromática bastante llamativa, que nos lleva directos a las famosas calles de Kioto.