¿Blanco en la boda, sì o no? Organizadores y estilistas comparten la etiqueta actual para esta regla de estilo tradicional.
Vestir de blanco en una boda (que no es la tuya por supuesto) ha estado mal visto durante más de un siglo, pero al pasar de los años, muchos se preguntan cual es la verdad sobre este tema.
La tradición de que las novias vistan de blanco en su boda se originó con la Reina Victoria en 1840, cuando ella se casó con el Príncipe Alberto, y optó por un vestido de satén blanco; tras la amplia difusión de las imágenes de su boda, las novias comenzaron a emular su elección, adoptando el vestido blanco como la norma para sus propias ceremonias.
La pregunta hoy es ¿pueden los invitados vestir de blanco en una boda? La elección del outfit para una boda puede ser un campo minado, especialmente cuando se trata del color blanco; si bien la tradición dicta que este color está reservado para la novia, ¿qué ocurre si un invitado se enamora de un vestido crema o marfil? El team de Martha Stewart wedding ha consultado a organizadores de bodas y expertos en estilo para aclarar esta cuestión.
En la mayoría de los casos, los expertos son unánimes: las invitadas deben evitar el blanco, especialmente en vestidos largos, de encaje o con cualquier toque nupcial. Brandi Hamerstone, organizadora de bodas, subraya que no querrás que te confundan con la novia o que parezca que intentas opacarla. La estilista nupcial Gabrielle Hurwitz extiende esta regla a tonos similares como marfil, crema, plata, champán, rosa pálido y azul pálido, ya que pueden parecer blancos en las fotografías. Su consejo es simple: si tienes que dudarlo, probablemente sea demasiado blanco. Para asegurarte, toma fotos de la prenda en diferentes condiciones de iluminación.
Sin embargo, hay matices: los estampados que incluyen blanco son generalmente aceptables, siempre y cuando el blanco no sea el color dominante. Un vestido de cóctel con una capa de encaje blanco o estampados florales con detalles en blanco suelen estar bien. También se aceptan elementos como camisolas blancas bajo una chaqueta o boleros blancos sobre vestidos coloridos. Si aún tienes dudas, puedes añadir accesorios de colores brillantes para desviar la atención del blanco.
Entre las excepciones clave, la principal es si los novios lo solicitan explícitamente en la invitación; esto es común en bodas completamente blancas, como la recordada boda de Solange Knowles, o en casos donde la novia elige un color no tradicional (por ejemplo, fucsia) y pide a sus invitados que vistan de blanco para lograr un efecto visual impactante.
En bodas de destino con un ambiente relajado o playero, el blanco también puede ser una opción si los novios lo especifican, siempre optando por siluetas frescas e informales. En cualquier escenario, la consideración y el buen juicio son fundamentales para no opacar a la pareja o causar malentendidos.
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