En los últimos años, España se ha consolidado como uno de los destinos preferidos para los pensionados europeos, especialmente para los italianos que buscan optimizar su calidad de vida y reducir su carga fiscal al retirarse.
Este fenómeno no se debe únicamente al clima agradable o a la cercanía cultural.
Sino a una combinación de factores económicos y fiscales que hacen de España una opción atractiva para vivir la jubilación.
Fiscalidad más ligera que en Italia
Uno de los principales motores que impulsa a los pensionistas a trasladarse a España es la ventaja fiscal sobre las pensiones y otros ingresos. El sistema fiscal español grava las pensiones con tasas generalmente más bajas que las italianas, y existen deducciones específicas para residentes mayores de 65 años, que pueden reducir significativamente la base imponible de la renta. Esto significa que, al establecer la residencia fiscal en España, muchos jubilados pueden conservar una mayor parte de su pensión.
Además, España tiene acuerdos de doble imposición con varios países, entre ellos Italia, lo que evita que un pensionista pague impuestos dos veces por los mismos ingresos. Esto es especialmente relevante para quienes reciben su pensión desde el extranjero o tienen otros ingresos globales.
Un flujo creciente de pensionistas italianos
Los datos más recientes muestran que cada vez más pensionados italianos eligen España como su nueva residencia. En 2023, 536 jubilados se trasladaron desde Italia a territorio español, frente a los 451 del año anterior, lo que puso el total de pensionados italianos residentes en España en más de 8.400 personas. En el periodo 2019-2023, alrededor de 2.300 italianos han tomado esta decisión, superando incluso al tradicional destino favorito como el Portugal.
Este incremento se explica en parte por el fin de las ventajas fiscales en Portugal desde 2024, lo que ha llevado a muchos a reconsiderar su destino de jubilación y poner a España en la cima de sus preferencias.
Calidad de vida y coste de vida moderado
Además de las ventajas económicas, España ofrece una alta calidad de vida, con un clima templado, excelente gastronomía y servicios de salud eficientes, aspectos que cada vez más pensionados valoran al momento de decidir dónde establecerse. Las zonas fuera de los grandes centros urbanos presentan un coste de vida más bajo, lo que permite que muchos jubilados estiren mejor sus ingresos y disfruten de una vida más relajada y cómoda.
La combinación de bajos impuestos, un costo de vida accesible y servicios públicos de calidad, especialmente en salud, hace que España sea atractiva no solo desde el punto de vista financiero, sino también social y cultural.
El clima y la cercanía cultural como plus
Aunque la fiscalidad es un factor decisivo, no hay que subestimar el impacto del clima mediterráneo y la cultura cercana a la italiana. El estilo de vida español, con un ritmo más pausado y un entorno amistoso para personas mayores, contribuye a que muchos pensionados se sientan “como en casa” sin necesidad de adaptarse a costumbres radicalmente diferentes.
Este elemento cultural y de calidad de vida complementa las ventajas fiscales y económicas, ofreciendo un paquete integral que explica por qué España está ganando terreno frente a otras opciones tradicionales.
Competencia creciente de otras metas
Aunque España lidera, otras destinaciones fiscales para pensionados están ganando visibilidad, como Tunisia, Albania o algunos países del este europeo, que también ofrecen ventajas fiscales atractivas o costos de vida muy bajos. Sin embargo, la combinación de beneficios fiscales, calidad de vida y proximidad geográfica sigue colocando a España en una posición privilegiada para muchos europeos.
