“La IA es un arma de doble filo”: alarma del cofundador de Apple, que advierte en una entrevista sobre el tema de la Inteligencia artificial.
Steve Wozniak, el cofundador de Apple advierte: “La IA está abierta a los malos jugadores; es tan inteligente que quedará a merced de malas personas”.

La revista internacional National Geographic publicó una entrevista con el cofundador de Apple sobre el tema caliente de la inteligencia artificial, y como esta herramienta podría estar definitivamente en manos de quienes buscan manipular, estafar o desinformar.
La amenaza más insidiosa de la inteligencia artificial
Wozniak avisa sobre el futuro de la inteligencia artificial, la revolución informática que puede llevar a problemas y riesgos de los que ni temenos idea. “La inteligencia artificial es tan inteligente que quedará a merced de malas personas”, explicó el ingeniero estadounidense, confirmando la inquietud creciente entre científicos, programadores y tecnólogos sobre este tema.

Para Steve Wozniak, la amenaza más insidiosa de la inteligencia artificial reside en la maleabilidad con la que puede ser dirigida hacia fines oscuros: la IA “está abierta a los malos jugadores”, debido a su capacidad de los sistemas para generar texto, voz e incluso imágenes indistinguibles de lo humano; esto lo convierte el fraude digital, un fenómeno mucho más difícil de detectar, un creciente peligro que va más allá de simples errores ortográficos para crear mensajes persuasivos, vídeos manipulados y declaraciones falsas con apariencia de total autenticidad. Modelos de lenguaje como ChatGPT son herramientas de doble filo, democratizando información pero también facilitando la creación de contenido convincente que puede fabricar realidades alternativas con una precisión antes inimaginable.
Steve Wozniak aboga por etiquetar obligatoriamente todo contenido generado por IA y por responsabilizar a las grandes tecnológicas. Si bien no propone detener el progreso, enfatiza la necesidad de educar a los ciudadanos para reconocer el fraude y proteger su privacidad, considerando el conocimiento como la clave para la libertad en una era dominada por algoritmos.