Pulpo a la feria: la receta de una especialidad icónica

El pulpo a la gallega, conocido popularmente como “pulpo a feira”, es una de las joyas más preciadas de la gastronomía española.

Originario de Galicia, este plato sencillo y exquisito ha conquistado paladares en todo el mundo gracias a su sabor único y a la ternura de su ingrediente principal.

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Pulpo a la feria: la receta de una especialidad icónica (Esdregiondemurcia.es)

A primera vista, puede parecer una receta básica, pero su secreto reside en la calidad del pulpo y, sobre todo, en una técnica de cocción que se ha transmitido de generación en generación.

Este plato es un verdadero símbolo de la cocina gallega. Su nombre “a feira” hace referencia a las ferias y mercados de los pueblos de Galicia, donde tradicionalmente se preparaba y se servía en puestos ambulantes. El aroma inconfundible de pimentón, aceite de oliva y pulpo cocido llenaba el aire, invitando a lugareños y visitantes a disfrutar de una ración. Un manjar que evoca el mar y la tradición, perfecto para compartir en cualquier ocasión.

El secreto para preparar el pulpo a la gallega perfecto

El éxito del pulpo a feira reside en la perfecta cocción del pulpo. El truco principal, conocido como “asustar el pulpo”, consiste en sumergirlo en agua hirviendo tres veces antes de dejarlo cocer por completo. Este método garantiza que la piel no se rompa y que la carne quede tierna y jugosa. La elección de la olla de cobre, aunque no indispensable, es un detalle que muchos puristas consideran fundamental para un resultado óptimo.

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El secreto para preparar el pulpo a la gallega perfecto (Esdregiondemurcia.es)

Si quieres llevar un trozo de Galicia a tu mesa, esta receta es un gran comienzo. El resultado es un plato delicioso y fácil de preparar, que demuestra que, a veces, la sencillez es la clave del sabor.

Ingredientes para 4 personas

  • 1 pulpo (de unos 2 kg)
  • 2 kg de patatas (tipo Kennebec, o una similar de carne harinosa)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimentón dulce (o picante, al gusto)
  • Sal gruesa

Procedimiento sencillo y rápido

  1. El primer paso es congelar el pulpo durante al menos 48 horas. Esto rompe las fibras y asegura que la carne se vuelva tierna durante la cocción.
  2. Prepara una olla grande con agua salada y ponla a hervir. Si tienes una olla de cobre, úsala.
  3. Cuando el agua hierva, “asusta el pulpo”: sujetándolo por la cabeza, sumérgelo en el agua hirviendo tres veces, de forma rápida, durante unos segundos cada vez.
  4. Después de “asustarlo”, déjalo cocer durante 40-50 minutos. El tiempo exacto depende del tamaño del pulpo; una buena señal es cuando el cuchillo entra fácilmente.
  5. Mientras el pulpo se cuece, hierve las patatas con piel en una olla aparte. Una vez cocidas, pélalas y córtalas en rodajas gruesas.
  6. Una vez cocido, saca el pulpo del agua y déjalo reposar unos minutos. Luego, córtalo en rodajas con unas tijeras.

En una bandeja de madera, coloca una base de rodajas de patata y, encima, el pulpo cortado. Sazona con sal gruesa, un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y espolvorea generosamente con pimentón. Sirve inmediatamente.

Un consejo extra: para un toque más auténtico, sirve el pulpo sobre un plato de madera, ya que absorbe el exceso de aceite y le da al plato un sabor más tradicional. Y no olvides acompañarlo con un buen vino blanco gallego, como un Albariño o un Ribeiro.

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