Baunei, en la costa de Cerdeña, ha dado un paso muy interesante en el turismo sostenible. Se trata del Modelo Baunei, el primer sistema en Italia que regula el acceso turístico marítimo mediante un algoritmo diseñado por la empresa tecnológica Eager (Sassari).
Su objetivo es equilibrar la demanda con la protección ambiental y mantener vivo el tejido económico local.

Este algoritmo asigna cupos diarios de desembarco para operadores marítimos en calas como Cala Mariolu, Cala Sisine, Cala dei Gabbiani y Cala Biriala. Aunque no se trata de prohibir visitas, el sistema establece límites claros para evitar el overtourism y preservar estos entornos frágiles. Además, se apoya en una plataforma digital tipo app (“Heart of Sardinia”), donde se pueden hacer reservas online, validar QR codes antes del embarque, y pagar un contribución ambiental de 2 a 3 € que se destina a la conservación.
Otro elemento clave es el uso de conexiones satelitales Starlink para monitoreo en tiempo real, incluso en zonas remotas. El sistema también incluye asistencia multilingüe impulsada por IA, lo que mejora la experiencia del turista y permite una gestión ágil.
Gracias a este enfoque, se logró reducir la presión ambiental en un 50 % respecto a la demanda inicial y asegurar una distribución equitativa entre operadores pequeños y grandes embarcaciones.
Una solución tecnológica para la sostenibilidad costera
Este modelo coloca a Baunei como pionero en Italia en gestión digital del turismo costero y abre el camino para aplicarlo en otros entornos vulnerables, como parques regionales. El informe muestra que el sistema es eficiente, justo para los operadores, accesible para los visitantes y beneficioso para la comunidad.

Aparte, algunas calas como Cala Goloritzé y Cala Luna también tienen regulación específica. Cala Goloritzé, por ejemplo, permite un máximo de 250 personas al día, con un acceso que se reserva en línea y cuesta otro ticket de 7 €, para proteger ese entorno natural tan frágil.
En el caso de Cala Luna, Baunei y Dorgali acordaron implementar un sistema de número cerrado y estudiar un ticket ecológico, con un límite previsto de visitas, para preservar el sitio sin afectar al turismo local.
Además, el patrimonio natural de Baunei es extraordinario: desde el célebre sendero de trekking Selvaggio Blu, hasta monumentos naturales como Perda Longa o Punta Goloritzé. La combinación de tecnología, innovación y conciencia ambiental convierte a Baunei en un referente para un turismo que respeta y cuida.
¿No te parece fascinante cómo la tecnología puede ayudarnos a disfrutar de la belleza natural sin dañarla?