Úbeda es una ciudad de la provincia de Jaén, en Andalucía, famosa por su impresionante arquitectura renacentista y su bien conservado casco histórico.
En 2003, junto con la cercana ciudad de Baeza, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a sus conjuntos monumentales renacentistas y su valor cultural.

La ciudad tiene una población de unos 34 000 habitantes y se asienta sobre colinas en el valle del Guadalimar, lo que le da bellas panorámicas y un ambiente tranquilo.
Qué ver, hacer y por qué ir ya
Cuando visites Úbeda, hay varios lugares que no puedes perderte:
- Basílica de Santa María de los Reales Alcázares: construida sobre lo que fue una mezquita mayor, esta iglesia muestra una mezcla de estilos arquitectónicos (gotico, renacentista, barroco) y es un ejemplo clave del patrimonio religioso de Úbeda.
- Hospital de Santiago: obra del arquitecto Andrés de Vandelvira, representa otra joya renacentista. Hoy en día no solo se admira su fachada, sino que se puede visitar su interior en algunos momentos; alberga centros culturales y exposiciones.
- Calles y miradores: el casco antiguo, con su trazado medieval, callejones empedrados, puertas antiguas, ventanas y balcones renacentistas, ofrece rincones llenos de encanto. No dejes de subir a alguno de sus miradores, especialmente en la Ronda de los Miradores, para disfrutar de vistas sobre los olivares que rodean Úbeda.
- Además, Úbeda no es solo monumentos: tiene ambiente, cultura viva y tradición artesanal. La alfarería, el trabajo del hierro forjado, el esparto y las vidrieras son artesanías locales que aún se practican.
- Plaza Vázquez de Molina: es el corazón monumental de la ciudad, rodeada de palacios, iglesias y monumentos renacentistas de gran calibre. Aquí se encuentran edificios como el Palacio de Vázquez de Molina (también llamado Palacio de las Cadenas), la Sacra Capilla del Salvador y el Palacio de Deán Ortega.
En cuanto al acceso, Úbeda está a unos 56 km de la capital provincial, Jaén, y dispone de buenas conexiones. Es ideal para pasar al menos uno o dos días explorando con calma: museos, iglesias, paseos al atardecer, gastronomía local basada en aceite de oliva, platos andaluces y un ambiente más relajado que otras ciudades turísticas de la región.